1¿De dónde surgen los conflictos y las luchas que hay entre ustedes? Sin duda, de las pasiones que llevan siempre en pie de guerra en su interior.
2Si ambicionan y no tienen, asesinan; si arden en deseos y no pueden satisfacerlos, se enzarzan en luchas y contiendas. No tienen porque no piden.
3Y, si piden, no reciben nada porque piden con la torcida intención de malgastarlo en sus propios caprichos.! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien pretende tener al mundo por amigo, se hace enemigo de Dios.”.
6Aunque su benevolencia es siempre mayor, y por eso dice también la Escritura: Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes.
!9Reconozcan su miseria; lloren y laméntense: que la risa se les convierta en llanto, y en tristeza la alegría.
10Humíllense ante el Señor y él los ensalzará.III.— JUICIO Y SALVACIÓN (4,11—5,18)El juicio sobre el hermano
11Hermanos, no hablen mal unos de otros. Quien critica a su hermano o se erige en su juez, está criticando y juzgando a la ley. Y si juzgas a la ley, no eres su cumplidor, sino su juez.Advertencias a los autosuficientes
13En cuanto a ustedes, los que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal ciudad y pasaremos allí el año negociando y enriqueciéndonos”,
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