1Cristo nos ha liberado para que disfrutemos de libertad. Manténganse, pues, firmes y no permitan que los conviertan de nuevo en esclavos. por la fe, mediante la acción del Espíritu.
7Ustedes iban por el buen camino. ¿Quién les impidió seguir la verdad?
8Desde luego, no fue el Dios que los llamó.
9Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.
10Cierto que el Señor me hace confiar en que ustedes no cambiarán de comportamiento; pero el que los está perturbando tendrá su merecido, sea quien fuere.
11En cuanto a mí, hermanos, si fuera cierto que todavía recomiendo la circuncisión, ¿en razón de qué me siguen persiguiendo? ¡El misterio de Cristo crucificado no sería ya motivo de polémica!!
13Hermanos, han sido llamados a disfrutar de libertad. ¡No utilicen esa libertad como tapadera de apetencias puramente humanas! Al contrario, háganse esclavos los unos de los otros por amor.
14Toda la ley se cumple, si se cumple este solo mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo., borrachos, amigos de orgías, y otras cosas por el estilo. Ya se lo advertí a ustedes en su día y ahora vuelvo a hacerlo: esos tales no heredarán el reino de Dios.
22En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, lealtad,2 Co 6,6; Ef 5,9; 1 Tm 6,11.
23humildad y dominio de sí mismo. Ninguna ley existe en contra de todas estas cosas.
24Y no en vano los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado lo que en ellos hay de apetitos desordenados, junto con sus pasiones y malos deseos.2,19; Rm 6,6.
25Si, pues, vivimos animados por el Espíritu, actuemos conforme al Espíritu.
26No busquemos vanaglorias, enzarzándonos en rivalidades y envidiándonos unos a otros.
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