y entre sus conocidos se sentirá orgulloso de él.
3El que instruye a su hijo, dará envidia al enemigo
y ante los amigos todo serán satisfacciones.
4Si el padre fallece, es como si no hubiera muerto,
pues deja tras de sí a alguien semejante a él.
5Mientras vivía, sólo con verlo se alegraba;
al morir, no siente ninguna tristeza.
6Contra los enemigos deja un defensor;
para los amigos, alguien que pague los favores.
7Quien consiente a su hijo, tendrá que vendar sus heridas;
y al escuchar sus gritos, se le partirá el corazón.
8Caballo sin domar, caballo violento;
hijo consentido, hijo insolente.
9Sé demasiado complaciente con tu hijo
y verás qué sorpresas te reserva;
accede a sus caprichos y te causará pesar.
10No celebres sus ocurrencias, y no llorarás por él
ni, al final, te rechinarán los dientes.
11No le des alas en su juventud
ni cierres los ojos ante sus errores.
12Doblégalo mientras es joven todavía
y golpéalo en la espalda cuando aún es muchacho,
no sea que se vuelva rebelde y te desobedezca.
13Corrige a tu hijo, esfuérzate en educarlo
y no tendrás que soportar su conducta vergonzosa.
El valor de la salud14Más vale pobre robusto y con buena salud
que rico con un cuerpo lleno de achaques.
15Mejor salud y vigor que todo el oro del mundo,
un cuerpo vigoroso que una inmensa fortuna.
16Ninguna riqueza es comparable a la buena salud,
ni hay alegría mayor que la de un corazón satisfecho.
17Es preferible morir que vivir con amargura,
mejor descansar de una vez que estar siempre enfermo.
18Ofrecer manjares a quien no puede comer
es como presentar ofrendas a un ídolo pagano.
19¿De qué le sirve a un ídolo la ofrenda
si es incapaz de oler y de comer?
Así sucede a quien tiene riquezas
pero no puede disfrutar de su fortuna:
20las mira y se le escapa un suspiro,
como suspira el eunuco al abrazar a una doncella.
La tristeza y la alegría21No te dejes abatir por la tristeza,
ni permitas ser atormentado por ti mismo.
22Corazón alegre, vida asegurada;
quien es feliz, conocerá largos años.
23Distráete y conforta tu corazón;
aleja de tu lado la tristeza
que ha sido la ruina de tantos
y ningún provecho ha reportado.
24La envidia y el rencor acortan la vida,
las preocupaciones adelantan la vejez.
25Un corazón radiante favorece el apetito,
cualquier alimento le será provechoso.
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