LEVÍTICO 27 - La Biblia Hispanoamericana (Traducción Interconfesional, versión hispanoamericana)

V.— APÉNDICE (27)Rescate de lo consagrado al Señor (27,1-34)Personas y animales, según el valor del siclo del santuario;

4a una mujer la valorarás en treinta siclos.

5De cinco hasta veinte años, al varón lo valorarás en veinte siclos y a la mujer en diez siclos.

6De un mes hasta cinco años, valorarás al varón en cinco siclos de plata y a la mujer en tres siclos de plata.

7Si tienen más de setenta años, al varón lo valorarás en quince siclos y a la mujer en diez siclos.

8Pero si el que ha hecho el voto es muy pobre para pagar lo tasado, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio de acuerdo con los recursos de quien hizo el voto. de semilla de cebada.

17Si consagra la tierra en el año del jubileo, se atendrá a esta tasación.

18Pero si la consagra después del jubileo, el sacerdote calculará el dinero que corresponda a los años que resten hasta el año del próximo jubileo y hará el descuento correspondiente.

19Si el que consagró la tierra quiere rescatarla, deberá añadir una quinta parte del valor de lo tasado, y la tierra quedará en su poder.

20Pero si no rescata la tierra, y esta se vende a otro, ya no podrá rescatarla:

21cuando sea liberada en el año jubilar, la tierra será considerada sagrada en cuanto tierra dedicada al Señor y pasará a ser posesión del sacerdote.

22Si alguien dedica al Señor un campo comprado y que, por tanto, no forma parte del patrimonio heredado,

23entonces el sacerdote calculará el valor de ese campo hasta el año del jubileo y ese mismo día se pagará el precio fijado, como cosa consagrada al Señor.

24El año del jubileo ese terreno será devuelto al vendedor a quien pertenecía como propiedad hereditaria.

25Todas las tasaciones serán hechas de acuerdo al valor del siclo del santuario que pesa once gramos.

Rescate de animales primogénitos

26Nadie podrá consagrar los primogénitos de los animales, sean bueyes u ovejas, puesto que, al ser primogénitos, pertenecen ya al Señor. podrá ser rescatada; deberá morir indefectiblemente.

30La décima parte de todos los productos de la tierra, sean semillas o frutos de los árboles, pertenece al Señor; es algo dedicado al Señor..

33No se escogerá atendiendo a si el animal es de buena o mala calidad; y no habrá lugar a sustitución; si se produce la sustitución, tanto el primer animal como el sustituto serán considerados algo sagrado y no podrán ser rescatados.

Conclusión

34Estos son los mandamientos que el Señor dio a los israelitas en el monte Sinaí por medio de Moisés.

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