ECLESIÁSTICO 51 - La Biblia Hispanoamericana (Traducción Interconfesional, versión hispanoamericana)

Epílogo (51)Salmo de acción de gracias,

de las calumnias de una lengua traicionera

y de unos labios que traman mentiras.

Fuiste mi apoyo frente a quienes me cercaban

3y, por tu inmensa compasión y tu nombre,

me libraste de las dentelladas de mis devoradores,

de los que pretendían acabar con mi vida,

de tantas tribulaciones como he padecido,

4de las llamas asfixiantes que me rodeaban,

de un fuego que yo no había encendido,

5de ser tragado por el profundo abismo,

de la lengua impura y la palabra mentirosa,

6y de las flechas de una lengua malvada.

Estaba yo al borde mismo de la muerte

y mi vida tocaba ya lo más hondo del abismo;

7me cercaban por doquier y nadie me auxiliaba,

busqué a alguien que me socorriera y no lo había.

8Entonces me acordé, Señor, de tu misericordia

y de los favores que has hecho desde siempre:

de que libras a quienes ponen su confianza en ti

y los salvas de las garras enemigas.

9Elevé, desde la tierra mi súplica

y solicité ser librado de la muerte.

10Invoqué al Señor: “Tú eres mi padre;

no me abandones en los días de angustia,

cuando, indefenso, me acosan los prepotentes.

Alabaré incansablemente tu nombre

y entonaré himnos de acción de gracias”.

11Mi súplica fue entonces atendida,

pues me salvaste de caer en la ruina

y me arrancaste de una difícil situación.

12Por eso te daré gracias y te alabaré,

bendeciré el nombre del Señor.

La sabiduría y su búsqueda apasionada

13Siendo aún joven y antes de dedicarme a viajar

busqué con ahínco la sabiduría en mi oración;

14estando en el Templo la pedía

y hasta el fin de mis días suspiraré por ella.

15Como en racimo maduro después de florecer,

mi corazón encontraba en ella sus delicias.

Me he comportado con toda rectitud,

desde joven he seguido su rastro.

16Apliqué levemente mi oído, la recibí

y me proporcionó una abundante enseñanza.

17A ella he de atribuir mis progresos,

¿cómo no engrandecer a quien me la ha dado?

18Me he propuesto ponerla en práctica

sin avergonzarme de haber peleado por el bien.

19He luchado por adquirir sabiduría

y me he esforzado en observar la ley;

extendí mis manos hacia las alturas,

lamentando que ignorara de ella tantas cosas.

20He orientado mi vida en su busca

y manteniéndome puro la encontré;

desde el principio me he entregado a ella

y por eso jamás conoceré la decepción.

21Con pasión me dediqué a buscarla

seguro de que nada mejor podía adquirir.

22El Señor me dio como premio

la capacidad de expresarme y alabarlo.

23Acérquense a mí quienes carecen de instrucción

y asistan a la clase en que se imparte,

24pues, ¿por qué han de carecer de todo esto

si están de ello tan sedientos?

25¿No he abierto acaso mi boca para decir:

“Adquiéranlo sin necesidad de dinero”?

26Sean dóciles y recibirán la instrucción

que está del todo a su alcance.

27Comprueben ustedes mismos qué poco me he fatigado

y qué descanso tan grande se me ha concedido.

28No escatimen gastos en adquirir instrucción,

pues gracias a ella se enriquecerán sobremanera.

29Disfruten con la misericordia del Señor

y no sientan vergüenza alguna en alabarlo.

30Hagan lo que deben hacer en el momento justo

y, cuando lo estime oportuno, el Señor los premiará.

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