1Pasó algún tiempo, y Jesús seguía recorriendo Galilea. Evitaba andar por Judea, porque los judíos buscaban una ocasión para matarlo.,; para ustedes, en cambio, cualquier tiempo es apropiado.
7El mundo no tiene motivos para odiarlos a ustedes; a mí, en cambio, me odia porque pongo de manifiesto la malicia de sus obras.
12Y también entre la gente todo eran comentarios en torno a él. Unos decían:
— Es un hombre bueno.
Otros replicaban:
— De bueno, nada; lo que hace es engañar a la gente.
13Nadie, sin embargo, se atrevía a hablar de él públicamente por miedo a los judíos.Jesús enseña en el Templo
14Mediada ya la fiesta, Jesús se presentó en el Templo y se puso a enseñar.
15Los judíos, sorprendidos, se preguntaban:
— ¿Cómo es posible que este hombre sepa tantas cosas sin haber estudiado?
16Jesús les contestó:
— La doctrina que yo enseño no es mía; es de aquel que me ha enviado.
20La gente le contestó:
— ¡Tú tienes un demonio dentro! ¿Quién intenta matarte?
21Jesús replicó:
— He realizado una obra y todos se han quedado sorprendidos.
22Pues bien, Moisés les impuso a ustedes el rito de la circuncisión (aunque en realidad no proviene de Moisés, sino de los patriarcas) y, para cumplirlo, ustedes circuncidan aunque sea en sábado.Discusiones sobre Jesús
25Así que algunos habitantes de Jerusalén comentaban:
— ¿No es este al que desean matar?
26Resulta que está hablando en público y nadie le dice ni una palabra. ¿Será que nuestros jefes han reconocido que verdaderamente se trata del Mesías?
27Pero cuando aparezca el Mesías, nadie sabrá de dónde viene; en cambio, sí sabemos de dónde viene este.
28A lo que Jesús, que estaba enseñando en el Templo, replicó:
— ¿De manera que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no he venido por mi propia cuenta, sino que he sido enviado por aquel que es veraz y a quien ustedes no conocen.
29Yo sí lo conozco, porque de él vengo y es él quien me ha enviado.
30Intentaron entonces prenderlo, pero nadie se atrevió a ponerle la mano encima, porque todavía no había llegado su hora. que los que este hace?Intentan arrestar a Jesús
32Llegó a oídos de los fariseos lo que la gente comentaba sobre Jesús y, puestos de acuerdo con los jefes de los sacerdotes, enviaron a los guardias del Templo con orden de apresarlo.
33Pero Jesús les dijo:
— Todavía estaré con ustedes un poco de tiempo; después volveré al que me envió.
35Los judíos comentaban entre sí:
— ¿A dónde pensará ir este para que nosotros no seamos capaces de encontrarlo? ¿Tendrá intención de ir con los judíos que viven dispersos entre los griegos, con el fin de anunciar a los griegos su mensaje?. La Escritura dice que de sus entrañas brotarán ríos de agua viva.
39Decía esto refiriéndose al Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él. El Espíritu, en efecto, no se había hecho presente todavía, porque Jesús aún no había sido glorificado.Diversidad de opiniones sobre Jesús
40Algunos de los que estaban escuchando estas palabras afirmaban:
— Seguro que este es el profeta esperado.
41Otros decían:
— Este es el Mesías.
Otros, por el contrario, replicaban:
— ¿Pero es que el Mesías puede venir de Galilea?
42¿No afirma la Escritura que el Mesías tiene que ser de la familia de David y de Belén, el pueblo de David?
43Así que la gente andaba dividida por causa de Jesús.
44Algunos querían prenderlo, pero nadie se atrevió a ponerle la mano encima.
45Y como los guardias del Templo se volvieron sin él, los jefes de los sacerdotes y los fariseos les preguntaron:
— ¿Por qué no lo han traído?
46Los guardias contestaron:
— Nadie ha hablado jamás como este hombre.
47Los fariseos replicaron:
— ¿También ustedes se han dejado seducir?
48¿Acaso alguno de nuestros jefes o de los fariseos ha creído en él?
49Lo que ocurre es que todos estos que no conocen la ley son unos malditos.
50Pero uno de ellos, Nicodemo, que con anterioridad había acudido a Jesús, intervino y dijo:
51— ¿Permite nuestra ley condenar a alguien sin una audiencia previa para saber lo que ha hecho?
52Los otros le replicaron:
— ¿También tú eres de Galilea? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no ha salido jamás un profeta.
[
53Terminada la discusión, cada uno se marchó a su casa.
Who We AreWhat We EelieveWhat We Do
2025 by iamachristian.org,Inc All rights reserved.