1Se me presentaron algunos ancianos de Israel y se sentaron delante de mí. en cuestión; lo asiré con mi mano y lo haré desaparecer de mi pueblo Israel.: el que consulta y el profeta.
11De esta manera Israel no volverá a andar desorientado y alejado de mí, ni se contaminará con sus crímenes. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios —oráculo del Señor Dios—.Responsabilidad individual
12El Señor me dirigió la palabra:
13— Hijo de hombre, si un país peca contra mí cometiendo infidelidad y extiendo mi mano contra él, acabo con su abasto de pan, lo hago víctima del hambre y acabo con las personas y los animales que lo habitan, —oráculo del Señor Dios—.
15Y si envío bestias salvajes contra ese país para dejarlo sin habitantes y convertirlo en desolación, sin que nadie se atreva a transitar por él por miedo a las bestias salvajes,
16y resulta que en él viven esos tres hombres, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas; sólo ellos conseguirán ponerse a salvo; y el país quedará desolado.
17O imaginemos que envío la espada contra ese país ordenando que extermine a personas y animales;
18si resulta que en él viven esos tres hombres, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas; sólo ellos conseguirán ponerse a salvo.
19O imaginemos que envío la peste contra ese país y derramo sobre él mi sangrienta cólera, con ánimo de acabar con personas y animales;
20si resulta que viven en él Noé, Daniel y Job, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas, si bien ellos pondrán a salvo su vida por su honradez.
21Esto dice el Señor Dios: Cuando envíe contra Jerusalén mis cuatro azotes funestos: la espada, el hambre, las bestias salvajes y la peste, con ánimo de acabar con personas y animales,
22quedarán en la ciudad algunos supervivientes que tratarán de poner a salvo a sus hijos e hijas, saliendo al encuentro de ustedes. Entonces ustedes comprobarán su conducta y sus acciones, y así no les sorprenderá la desgracia que he acarreado sobre Jerusalén, todo lo que he hecho en contra de ella.
23Encontrarán explicación al ver su conducta y sus acciones, y reconocerán que lo que he hecho contra ella no ha carecido de motivos —oráculo del Señor Dios mi Dios—.
Who We AreWhat We EelieveWhat We Do
2025 by iamachristian.org,Inc All rights reserved.