1Ya estaba cerca la fiesta de los Panes sin levadura, es decir, de la Pascua,
2y los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley andaban buscando la manera de matar a Jesús, pues temían al pueblo.Judas traiciona a Jesús(Mt 26,14-16; Mc 14,10-11)
3Entonces Satanás entró en Judas, al que llamaban Iscariote, que era uno de los Doce. el modo de entregarles a Jesús.
5Ellos se alegraron y, a cambio, le ofrecieron dinero.
6Judas aceptó el trato y comenzó a buscar una oportunidad para entregárselo sin que la gente se diera cuenta.
Los discípulos preparan la cena de Pascua(Mt 26,17-19; Mc 14,12-16)7Llegado el día de los Panes sin levadura, cuando debía sacrificarse el cordero de Pascua,
8Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles:
— Vayan a preparar nuestra cena de Pascua.
9Le preguntaron:
— ¿Dónde quieres que la preparemos?
10Jesús les contestó:
— Cuando entren en la ciudad encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo hasta la casa donde entre
11y díganlo al dueño de la casa: “El Maestro dice: ¿Cuál es la estancia donde voy a celebrar la cena de Pascua con mis discípulos?”.
12Él les mostrará una sala amplia y ya dispuesta en el piso de arriba. Prepárenlo todo allí.
13Los discípulos fueron y encontraron las cosas como Jesús les había dicho. Y prepararon la cena de Pascua.
La cena del Señor(Mt 26,26-30; Mc 14,22-25; 1 Co 11,23-25)14Cuando llegó la hora, Jesús se sentó a la mesa junto con los apóstoles.
15Entonces les dijo:
— ¡Cuánto he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de mi muerte!
16Porque les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios.
17Tomó luego en sus manos una copa, dio gracias a Dios y dijo:
— Tomen esto y repártanlo entre ustedes,
18porque les digo que ya no beberé más de este fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.
19Después tomó pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio diciendo:
— Esto es mi cuerpo, entregado en favor de ustedes. Hagan esto en recuerdo de mí.
20Lo mismo hizo con la copa después de haber cenado, diciendo:
— Esta copa es la nueva alianza, confirmada con mi sangre, que va a ser derramada en favor de ustedes. ha de recorrer el camino que le está señalado, pero ¡ay de aquel que lo traiciona!
23Los discípulos comenzaron entonces a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el traidor.
Grandeza del servicio cristiano(Mt 20,25-27; Mc 10,42-44)24Surgió también una disputa entre los apóstoles acerca de cuál de ellos era el más importante.
28Pero ustedes son los que han permanecido a mi lado en mis pruebas.
29Por eso, yo quiero asignarles un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,Jesús predice la negación de Pedro(Mt 26,31-35; Mc 14,27-31; Jn 13,36-38)
31Y el Señor dijo:
— Simón, Simón, Satanás los ha reclamado a ustedes para zarandearlos como a trigo en la criba; sin que hayas negado tres veces que me conoces.
La hora decisiva35Les dijo también Jesús:
— Cuando los envié sin bolsa, sin zurrón y sin sandalias, ¿les faltó acaso algo?
Ellos contestaron:
— Nada.
36Y continuó diciéndoles:
— Pues ahora, en cambio, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, y que haga lo mismo el que tenga un zurrón; y el que no tenga espada, que venda su manto y la compre.
37Porque les digo que tiene que cumplirse en mí lo que dicen las Escrituras: Lo incluyeron entre los criminales. Todo lo que se ha escrito de mí, tiene que cumplirse.
38Ellos dijeron:
— ¡Señor, aquí tenemos dos espadas!
Él les contestó:
— ¡Es bastante!
Jesús ora en Getsemaní(Mt 26,36-46; Mc 14,32-42)39Después de esto, Jesús salió y, según tenía por costumbre, se dirigió al monte de los Olivos en compañía de sus discípulos.
40Cuando llegaron, les dijo:
— Oren para que puedan resistir la prueba.
41Luego se alejó de ellos como un tiro de piedra, se puso de rodillas y oró:
42— Padre, si quieres, líbrame de esta copa de amargura; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43[Entonces se le apareció un ángel del cielo para darle fuerzas.
44Jesús, lleno de angustia, oraba intensamente. Y le caía el sudor al suelo en forma de grandes gotas de sangre].
45Después de orar, se levantó y se acercó a sus discípulos. Los encontró dormidos, vencidos por la tristeza,
46y les preguntó:
— ¿Cómo es que duermen? Levántense y oren para que puedan resistir la prueba.
Jesús es arrestado(Mt 26,47-56; Mc 14,43-50; Jn 18,3-12)47Todavía estaba hablando Jesús, cuando se presentó un grupo de gente encabezado por el llamado Judas, que era uno de los Doce. Este se acercó a Jesús para besarlo;
48pero Jesús le dijo:
— Judas, ¿con un beso vas a entregar al Hijo del hombre?
49Los que acompañaban a Jesús, al ver lo que sucedía, le preguntaron:
— Señor, ¿los atacamos con la espada?
50Y uno de ellos dio un golpe al criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.
51Pero Jesús dijo:
— ¡Déjenlo! ¡Basta ya!
En seguida tocó la oreja herida y la curó.
52Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los oficiales de la guardia del Templo y a los ancianos que habían salido contra él:
— ¿Por qué han venido a buscarme con espadas y garrotes, como si fuera un ladrón?
53Todos los días he estado entre ustedes en el Templo, y no me detuvieron. ¡Pero esta es la hora de ustedes, la hora del poder de las tinieblas!Pedro niega a Jesús(Mt 26,57-58.69-75; Mc 14,53-54; 66-72; Jn 18,15-18.25-27)
54Apresaron, pues, a Jesús, se lo llevaron y lo introdujeron en la casa del sumo sacerdote. Pedro iba detrás a cierta distancia.
55En medio del patio de la casa habían encendido fuego, y estaban sentados en torno a él; también Pedro estaba sentado entre ellos.
56En esto llegó una criada que, viendo a Pedro junto al fuego, se quedó mirándolo fijamente y dijo:
— Este también estaba con él.
57Pedro lo negó, diciendo:
— Mujer, ni siquiera lo conozco.
58Poco después lo vio otro, que dijo:
— También tú eres uno de ellos.
Pedro replicó:
— No lo soy, amigo.
59Como cosa de una hora más tarde, un tercero aseveró:
— Seguro que este estaba con él, pues es galileo.
60Entonces Pedro exclamó:
— ¡Amigo, no sé qué estás diciendo!
Todavía estaba Pedro hablando, cuando cantó un gallo.
61En aquel momento, el Señor se volvió y miró a Pedro. Se acordó Pedro de que el Señor le había dicho: “Hoy mismo, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces”
62y, saliendo, lloró amargamente.
Burlas e insultos contra Jesús(Mt 26,67-68; Mc 14,65)63Los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban.
64Tapándole los ojos, le decían:
— ¡Adivina quien te ha pegado!
65Y proferían contra él toda clase de insultos.
Jesús ante el Consejo Supremo(Mt 26,59-66; Mc 14,55-64; Jn 18,12-14.19-24)66Cuando se hizo de día, se reunieron los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, y llevaron a Jesús ante el Consejo Supremo.
67Allí le preguntaron:
— ¿Eres tú el Mesías? ¡Dínoslo de una vez!
Jesús contestó:
— Aunque se lo diga a ustedes, no me van a creer;
68y si les hago preguntas, no me van a contestar.
69Sin embargo, desde ahora mismo, el Hijo del hombre estará sentado junto a Dios todopoderoso.
70Todos preguntaron:
— ¿Así que tú eres el Hijo de Dios?
Jesús respondió:
— Ustedes lo dicen: yo soy.
71Entonces ellos dijeron:
— ¿Para qué queremos más testigos? Nosotros mismos lo hemos oído de sus propios labios.
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