EL APOCALIPSIS DE JUAN 18 - Segun el Texto Bizantino 2005

Caída de Babilonia

1Después de estas cosas vi otro ángel bajar del cielo, teniendo gran poder; y la tierra fue iluminada de su gloria.

2Y gritó en voz alta, diciendo: ¡Cayó la gran Babilonia! Y quedó convertida en morada de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y guarida de toda ave inmunda y aborrecible.

3Porque del vino de la ira de su fornicación han caído todas las naciones, y los reyes de la tierra fornicaron con ella, y los mercaderes de la tierra se enriquecieron del poder de su sensualidad.

4Y oí otra voz del cielo, que decía: Sal de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados, y para que no recibáis de sus plagas;

5porque sus pecados se amontonaron hasta el cielo, y Dios se acordó de sus injusticias.

6Pagadle como ella pagó, y dadle el doble según sus obras; en la copa en que mezcló, mezcladle el doble.

7Cuanto se glorificó y vivió en sensualidad, tanto así dadle tormento y dolor; porque dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda, y jamás veré llanto.

8Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, y llanto, y hambre, y será quemada con fuego; porque fuerte es el Señor Dios que la juzga.

El mundo se lamenta por Babilonia

9Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra que con ella han fornicado y han vivido en lujo, cuando vean el humo de su incendio,

10estando de pie, desde lejos por temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad de Babilonia, ciudad poderosa, porque en una hora vino tu juicio!

11Y los mercaderes de la tierra llorarán y se lamentarán sobre ella, porque nadie compra más su mercadería;

12mercadería de oro, y plata, y piedras preciosas, y perlas, y lino fino, y púrpura, y seda, y escarlata; y toda madera perfumada, y todo artículo de marfil, y todo artículo de madera preciosísima, y de bronce, y de hierro, y de mármol;

13de canela, e incienso, y ungüento, y olíbano, y vino, y aceite, y harina fina, y trigo, y ovejas, y ganados; y caballos, y carros, y cuerpos y almas de hombres.

14Y el fruto que anhelaba tu alma se fue de ti, y todo tu lujo y resplandor se te fue, y jamás los hallarás.

15Los comerciantes de estas cosas, que se han enriquecido de ella, estarán de pie desde lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,

16y diciendo: ¡Ay, ay! La gran ciudad, la que estaba vestida de lino fino, y púrpura, y escarlata; y adornada de oro, y piedras preciosas, y perlas.

17Porque en una hora fue destruida tanta riqueza. Y todo capitán, y todos los que navegan en barcos, y marineros, y cuantos trabajan en el mar, se pusieron de pie, desde lejos,

18y viendo el humo de su incendio, gritaban, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a la gran ciudad?

19Y echaron polvo sobre sus cabezas, y gritaron, llorando y lamentando, y diciendo: ¡Ay, ay, la gran ciudad, en la cual todos los que tenían los barcos en el mar se enriquecieron de sus riquezas, porque en una hora quedó desolada!

20Alégrate por ella, cielo, y vosotros, santos y apóstoles, y profetas, porque Dios ha juzgado vuestra causa contra ella.

Finalidad de la caída de Babilonia

21Y un ángel fuerte tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca jamás será hallada.

22Y voz de arpistas, y de músicos, y de flautistas, y de trompetistas no se oirá más en ti, y ningún artesano de cualquier oficio no se hallará más en ti, y ruido de molino no se oirá más en ti.

23Y luz de lámpara nunca más alumbrará en ti, y voz de novio y novia no se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.

24Y en ella se halló la sangre de los profetas y los santos, y de todos los que fueron degollados sobre la tierra.