COLOSENSES 2 - Segun el Texto Bizantino 2005

1Porque quiero que sepáis cuán grande lucha tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que no han visto mi rostro en carne,

2para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, y alcanzando todas las riquezas de la plena seguridad de la comprensión, a fin de conocer el misterio del Dios y Padre y del Mesías,

3en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

4Y esto digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.

5Porque aunque estoy ausente en la carne, sin embargo en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro orden y la firmeza de vuestra fe en el Mesías.

Vivos en el Mesías

6Por tanto, de la manera que habéis recibido al Mesías Jesús el Señor, andad en él,

7arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en ella con acciones de gracias.

8Mirad que nadie os lleve cautivos por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, según los espíritus elementales del universo, y no según el Mesías.

9Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

10y estáis completos en él, el cual es la cabeza de todo poder y autoridad.

11En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha de mano, al despojaros del cuerpo pecaminoso de la carne, en la circuncisión del Mesías;

12sepultados con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados con él mediante la fe en el poder de Dios, que le levantó de los muertos.

13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándonos todos los pecados,

14cancelando el documento de deuda que había contra nosotros, que nos era contrario, y lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz;

15y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en sí mismo.

Que nadie os juzgue

16Por tanto, que nadie os juzgue en comida o en bebida o en cuanto a días de fiesta, o de luna nueva, o de sábados,

17los cuales son sombra de lo que está por venir; pero el cuerpo es del Mesías.

18Que nadie os prive de vuestro premio, deleitándose en la humildad y en el culto de los ángeles, basándose en lo que no ha visto, hinchado sin causa por su mente carnal,

19y no asiéndose de la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.

20Si habéis muerto con el Mesías en cuanto a los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si vivierais en el mundo, os sometéis a ordenanzas tales como:

21No tomes, no pruebes, no toques

22—todo lo cual había de perecer con el uso—según los mandamientos y enseñanzas de los hombres?

23Tales cosas tienen la apariencia de sabiduría en una religión humana, en humildad y en duro trato del cuerpo, pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

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