MATEO 14 - Segun el Texto Bizantino 2005

Juan el Bautista es degollado

1Y en aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó de la fama de Jesús,

2y dijo a sus siervos: Este es Juan el Bautista; él ha resucitado de los muertos, y por eso los milagros son hechos en él.

3Porque Herodes había arrestado a Juan, y habiéndolo atado, lo había metido en la cárcel, a causa de Herodías, la mujer de Felipe su hermano.

4Porque le decía Juan: No te es permisible tenerla.

5Y aunque quería matarlo, temió al pueblo, porque lo tenían por profeta.

6Pero celebrándose el cumpleaños de Herodes, bailó la hija de Herodías ante ellos, y agradó a Herodes.

7Por tanto con un juramento prometió darle cualquier cosa que pidiera.

8Y ella, aconsejada por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

9Y se entristeció el rey, pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diera.

10Y ordenó decapitar a Juan en la cárcel.

11Fue, pues, traída su cabeza en un plato, y le fue dada a la muchacha; y se la presentó a su madre.

12Y vinieron los discípulos de él, tomaron el cuerpo y lo sepultaron; y fueron y se lo contaron a Jesús.

Alimentación de los cinco mil

13Cuando, pues, lo supo Jesús, se retiró de allí en una barca a un lugar desierto a solas; y oyéndolo las multitudes, le siguieron a pie desde las ciudades.

14Y al salir Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los enfermos de ellos.

15Y al atardecer, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y ya se hace tarde; despide al gentío, para que vayan a las aldeas a comprarse alimentos.

16Pero Jesús les dijo: No necesitan marcharse; dadles vosotros de comer.

17Pero le dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.

18Y él dijo: Traédmelos acá.

19Y mandó a la multitud a recostarse sobre las hierbas; y tomando los cinco panes y los dos peces, mirando hacia el cielo, bendijo, y partiendo, les dio a sus discípulos los panes, y los discípulos a la multitud.

20Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron los trozos que sobraron, doce canastos llenos.

21Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, aparte de las mujeres y los niños.

Jesús camina sobre el mar

22Y en seguida hizo Jesús a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, mientras él despedía a la gente.

23Y despedida la multitud, subió al monte a solas para orar. Y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

24Y la barca ya estaba en medio del mar, atormentada por las olas; porque el viento era contrario.

25Y a la cuarta vigilia de la noche Jesús vino a ellos, andando sobre el mar.

26Y al verle los discípulos andando sobre el mar, se asustaron, diciendo: ¡Es un fantasma! Y de miedo gritaron.

27Y de pronto les habló Jesús, diciendo: ¡Tened ánimo! Yo soy, no temáis.

28Y respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si tú eres, mándame que vaya a ti sobre las aguas.

29Y él dijo: Ven. Bajando, pues, de la barca, Pedro caminaba sobre las aguas, para ir a Jesús.

30Pero viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y empezando a hundirse, gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame!

31Y en seguida Jesús extendió la mano, lo tomó, y le dijo: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

32Y cuando entraron en la barca, se calmó el viento.

33Y los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: ¡Verdaderamente eres el Hijo de Dios!

Muchos tocan a Jesús y son sanados

34Entonces pasando al otro lado, llegaron a la tierra de Genesaret.

35Y cuando le reconocieron los hombres de aquel lugar, enviaron a toda aquella región circunvecina, y trajeron a él todos los que estaban enfermos;

36y le rogaban que solamente los dejara tocar el borde de su vestido; y todos los que lo tocaron fueron sanados.