1 Pedro 1 - Biblia Reina Valera 1909

1PEDRO, apóstol de Jesucristo, á los extranjeros Hch. 2.9. Stg. 1.1.esparcidos en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bithinia,

2Elegidos cp. 2.9.según Hch. 2.23. Ro. 8.29 y 14.2.la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y He. 10.22 y 12.24.ser rociados con la sangre de Jesucristo: 2 P. 1.2.Gracia y paz os sea multiplicada.

3Bendito el Dios 2 Co. 1.3. Ef. 1.3.y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia ver. 23. Jn. 3.3.nos ha regenerado en esperanza viva, cp. 3.21.por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

4Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, Mt. 6.20.reservada en los cielos

5Para nosotros Jn. 10.28,29.que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo.

6En lo cual vosotros os alegráis, estando cp. 5.10.al presente un poco de tiempo afligidos en diversas tentaciones, Stg. 1.2.si es necesario,

7Para que Stg. 1.3.la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea 1 Co. 3.13.probado con fuego, Ro. 2.7,10.sea hallada en alabanza, gloria y honra, cp. 4.13.cuando Jesucristo fuere manifestado:

8Al cual, no habiendo visto, le amáis; Jn. 20.29.en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, Jn. 16.22.os alegráis con gozo inefable y glorificado;

9 He. 10.36. cp. 5.4 Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas.

10De la cual salud Ro. 1.2.los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir á vosotros, han inquirido y diligentemente buscado,

11Escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba 2 P. 1.21.el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual prenunciaba Lc. 24.26.las aflicciones que habían de venir á Cristo, y las glorias después de ellas.

12A los cuales fué revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros administraban las cosas que ahora os son anunciadas de los que os han predicado el evangelio por Hch. 2.2-4.el Espíritu Santo enviado del cielo; en las cuales desean mirar los ángeles.

13Por lo cual, Ef. 6.14.teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos, cp. 4.7 y 5.8.con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es ver. 7presentada cuando Jesucristo os es manifestado:

14Como hijos obedientes, cp. 4.2,3.no conformándoos con los deseos que antes teníais estando Hch. 17.30. Ef. 4.18.en vuestra ignorancia;

15Sino como aquel 2 Co. 7.1. 1 Ts. 4.7. 2 P. 3.11.que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda ver. 18. Ga. 1.13.conversación:

16Porque escrito está: Lv. 11.44.Sed santos, porque yo soy santo.

17Y si invocáis por Padre á aquel que Stg. 2.1.sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conversad en cp. 3.15.temor todo el tiempo de vuestra cp. 2.11.peregrinación:

18Sabiendo 1 Co. 6.20.que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, la cual Ga. 3.13 y 4.5.recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro ó plata;

19Sino con la Hch. 20.28.sangre preciosa de Cristo, como de Jn. 1.29.un cordero He. 9.14.sin mancha y sin contaminación:

20 Hch. 2.23. Ap. 13.8. Ya ordenado de antes de la fundación del mundo, pero manifestado He. 1.2.en los postrimeros tiempos por amor de vosotros,

21Que por él creéis á Dios, Hch. 2.24.el cual le resucitó de los muertos, y Hch. 3.13. Fil. 2.9.le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.

22Habiendo Hch. 15.9. Stg. 4.8.purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, He. 13.1. cp. 2.17 y 3.8en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros 1 Ti. 1.5.entrañablemente de corazón puro:

1 Cristo, la piedra angular.2 Sumisión á la autoridad.

23 ver. 3 Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, Stg. 1.18.por la Hch. 10.36,37.palabra de Dios, He. 4.12.que vive y permanece para siempre.

24Porque

Is. 40.6,8. Stg. 1.11. Toda carne es como la hierba,

Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba:

Secóse la hierba, y la flor se cayó;

25 Sal. 119.89. Mt. 24.35. Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente.

Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

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