1DIJE provincias; híceme de cantores y cantoras, y los deleites de los hijos de los hombres, instrumentos músicos y de todas suertes.
9Y fuí engrandecido, y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalem: á más de esto ver. 3perseveró conmigo mi sabiduría.
10No negué á mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo: y cp. 3.22 y 5.18 y 9.9.ésta fué mi parte de toda mi faena.
11Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacer las: y he aquí, cp. 1.1.todo vanidad y aflicción de espíritu, y cp. 1.3.no hay provecho debajo del sol.
12Después torné yo á mirar para ver la sabiduría cp. 1.17.y los desvaríos y la necedad; (porque ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?)
13Y he visto que la sabiduría sobrepuja á la necedad, como la luz á las tinieblas.
14 Pr. 17.24. El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas: empero también entendí yo que Sal. 49.10.un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.
15Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio me sucederá también á mí: ¿para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme cp. 6.8,11 y 7.11,16 y 12.9,12.más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
16Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio.
17Aborrecí por tanto la vida; porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es cp. 1.14.vanidad y aflicción de espíritu.
18Yo asimismo aborrecí todo mi trabajo que había puesto por obra debajo del sol; el cual dejaré á otro que vendrá después de mí.
19 Sal. 39.6. ¿Y quién sabe si será sabio, ó necio, el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané, y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.
20Tornéme por tanto á desesperanzar mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.
21¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda á hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.
22 cp. 1.3. Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y fatiga de su corazón, con que debajo del sol él se afanara?
23Porque todos sus días no son sino Job 14.1.dolores, y sus trabajos molestias: aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
24 cp. 3.12,13,22 y 5.18 y 8.15. Lc. 12.19. 1 Co. 15.32. No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También tengo yo visto que esto es de la mano de Dios.
25Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?
26Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría y ciencia y gozo: mas al pecador da trabajo, el que allegue y amontone, Job 27.16,17.para que dé al que agrada á Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
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