Hebreos 12 - Biblia Reina Valera 1909

1POR tanto nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del

Pr. 3.11,12. Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor,

Ni desmayes cuando eres de él reprendido.

6Porque el Señor al que ama castiga,

Y azota á cualquiera que recibe por hijo.

7Si sufrís el castigo, Dt. 8.5.Dios se os presenta como á hijos; porque ¿qué hijo es aquel á quien el padre no castiga?

8Mas si estáis fuera del castigo, 1 P. 5.9.del cual todos han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no hijos.

9Por otra parte, tuvimos por castigadores á los padres de nuestra carne, y los reverenciábamos, ¿por qué no obedeceremos mucho mejor Nm. 16.22.al Padre de los espíritus, y viviremos?

10Y aquéllos, á la verdad, por pocos días nos castigaban como á ellos les parecía, mas éste para lo que nos es provechoso, 2 P. 1.4.para que recibamos su santificación.

11Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; Stg. 3.17,18.mas después da fruto apacible de justicia á los que en él son ejercitados.

12Por lo cual alzad Is. 35.3.las manos caídas y las rodillas paralizadas;

13Y haced derechos pasos Pr. 4.26.a vuestros pies, porque lo que es cojo no salga fuera de camino, Ga. 6.1.antes sea sanado.

14Seguid Ro. 14.19.la paz con todos, y 1 Ts. 4.3.la santidad, Mt. 5.8.sin la cual nadie verá al Señor:

15Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados;

16Que ninguno sea cp. 13.4.fornicario, ó 1 Ti. 1.9.profano, como Gn. 25.33.Esaú, que por una vianda vendió su primogenitura.

17Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue reprobado (que no halló lugar de arrepentimiento), aunque la procuró Gn. 27.34,36,38.con lágrimas.

18Porque no os habéis llegado Ex. 19.12,18,19.al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y á la oscuridad, y á la tempestad,

19Y al Ex. 19.16.sonido de la trompeta, y á la voz de las palabras, la cual los que la oyeron Ex. 20.19.rogaron que no se les hablase más;

20Porque no podían tolerar lo que se mandaba: Ex. 19.12,13.Si bestia tocare al monte, será apedreada, ó pasada con dardo.

21Y tan terrible cosa Ex. 19.16.era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy asombrado y temblando.

22Mas os habéis Ap. 14.1.llegado al monte de Sión, y á cp. 11.10,16 y 13.14.la ciudad del Dios vivo, Ga. 4.26.Jerusalem la celestial, y á la compañía de muchos millares de ángeles,

23Y á cp. 2.12.la congregación de los Ex. 4.22.primogénitos Lc. 10.20.que están alistados en los cielos, y á Dios el Juez de todos, y á los espíritus de los justos hechos perfectos,

24Y á Jesús cp. 8.6.el Mediador del nuevo testamento, y á 1 P. 1.2.la sangre del esparcimiento que habla cp. 7.19.mejor que la de Abel.

25Mirad que no desechéis al que habla. Porque cp. 2.3.si aquellos no escaparon que desecharon al que cp. 8.5.hablaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháramos al que habla de los cielos.

26 ver. 19 La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Hag. 2.6.Aun una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, mas aun el cielo.

1 Varios consejos2 y exhortaciones.

27Y esta palabra, Aun una vez, declara la mudanza de las cosas movibles, como de cosas hechas, para que queden las cosas que son firmes.

28Así que, tomando el reino inmóvil, retengamos la gracia por la cual vamos á Dios agradándole con temor y reverencia;

29Porque nuestro Dios es Sal. 21.9. 2 Ts. 1.8.fuego consumidor.

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