1MAS ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí;
Y todos les daban grita como al ladrón.
6Habitaban en las barrancas de los arroyos,
En las cavernas de la tierra, y en las rocas.
7 cp. 6.5. Bramaban entre las matas,
Y se reunían debajo de las espinas.
8Hijos de viles, y hombres sin nombre,
Más bajos que la misma tierra.
9 cp. 17.6. Sal. 69.12. Lm. 3.14. Y ahora yo soy su canción,
Y he sido hecho su refrán.
10Abomínanme, aléjanse de mí,
Y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.
11Porque cp. 12.18.
Dios desató mi cuerda, y me afligió,Por eso se desenfrenaron delante de mi rostro.
12A la mano derecha se levantaron los jóvenes;
Empujaron mis pies,
Y cp. 19.12.sentaron contra mí las vías de su ruina.
13Mi senda desbarataron,
Aprovecháronse de mi quebrantamiento,
Contra los cuales no hubo ayudador.
14Vinieron como por portillo ancho,
Revolviéronse á mi calamidad.
15Hanse revuelto turbaciones sobre mí;
Combatieron como viento mi alma,
Y mi salud pasó cp. 7.9.como nube
16Y 1 S. 1.15.ahora mi alma está derramada en mí;
Días de aflicción me han aprehendido.
1 Job afirma de nuevo2 su integridad17De noche taladra sobre mí mis huesos,
Y mis pulsos no reposan.
18Con la grande copia de materia mi vestidura está demudada;
Cíñeme como el cuello de mi túnica.
19Derribóme en el lodo,
Y soy semejante al polvo y á la ceniza.
20Clamo á ti, y no me oyes;
Preséntome, y no me atiendes.
21Haste tornado cruel para mí:
Con la fortaleza de tu mano me amenazas.
22Levantásteme, é hicísteme cabalgar sobre el viento,
Y disolviste mi sustancia.
23Porque yo conozco que me reduces á la muerte;
Y á la casa determinada á todo viviente.
24Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro;
¿Clamarán los sepultados cuando él los quebrantare?
25 Sal. 35.13,14. ¿No lloré yo al afligido?
Y mi alma ¿no se entristeció sobre el menesteroso?
26 Jer. 8.15 y 14.19. Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal;
Y cuando esperaba luz, la oscuridad vino.
27Mis entrañas hierven, y no reposan;
Días de aflicción me han sobrecogido.
28 Sal. 38.6 y 42.9 y 43.2. Denegrido ando, y no por el sol:
Levantádome he en la congregación, y clamado.
29He venido á ser hermano de los dragones,
Y compañero de los buhos.
30 Sal. 119.83. Lm. 4.8 y 5.10. Mi piel está denegrida sobre mí,
Sal. 102.3. Y mis huesos se secaron con ardentía.
31Y hase tornado mi Lm. 5.15.arpa en luto,
Y mi órgano en voz de lamentadores.
Who We AreWhat We EelieveWhat We Do
2025 by iamachristian.org,Inc All rights reserved.