1DESPUÉS entraron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de Israel, dice así: Deja ir á mi pueblo á celebrarme se quejaron á él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?
16No se da paja á tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y tu pueblo cae en falta.
17Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y sacrifiquemos á Jehová.
18Id pues ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de dar la tarea del ladrillo.
19Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.
20Y encontrando á Moisés y á Aarón, que estaban á la vista de ellos cuando salían de Faraón,
21Dijéronles: cp. 6.9.Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues habéis hecho Gn. 34.30. 2 S. 10.6.heder nuestro olor delante de Faraón y de sus siervos, dándoles el cuchillo en las manos para que nos maten.
22Entonces Moisés se volvió á Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges á este pueblo? ¿para qué me enviaste?
23Porque desde que yo vine á Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido á este pueblo; y tú tampoco has librado á tu pueblo.
Who We AreWhat We EelieveWhat We Do
2025 by iamachristian.org,Inc All rights reserved.