1Y SALIENDO del templo, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis: mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
12Y entregará á la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo: y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán.
13Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre: mas la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca:
29Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que está cerca, á las puertas.
30De cierto os digo que no pasará esta generación, que todas estas cosas no sean hechas.
31El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.
32Empero de aquel día y de la hora, Hch. 1.7.nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
33Mirad, Lc. 21.36. Ef. 6.18.velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo.
34Como Mt. 25.14. Lc. 19.12.el hombre que partiéndose lejos, dejó su casa, y dió facultad á sus siervos, y á cada uno su obra, y al portero mandó que velase:
35Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si á la tarde, ó á la media noche, ó al canto del gallo, ó á la mañana;
36Porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo.
37Y las cosas que á vosotros digo, á todos las digo: Velad.
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