1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
2Este era en el principio con Dios.
3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
4En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
6Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
24Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
25Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?
26Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.
27Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.
28Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
El Cordero de Dios29El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
30Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.
31Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
32También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.
Los primeros discípulos35El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
36Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.
37Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
38Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
39Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
40Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
41Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
42Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
Jesús llama a Felipe y a Natanael43El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
44Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.
45Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
46Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
47Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
48Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
49Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
50Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
51Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y desciendenGn. 28.12. sobre el Hijo del Hombre.
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