Oseas 11 - Reina Valera 1995

Dios se compadece de su pueblo obstinado

1«Cuando Israel era muchacho, yo lo amé,

y de Egipto llamé a mi hijo.

2Cuanto más yo los llamaba,

tanto más se alejaban de mí.

A los baales sacrificaban,

y a los ídolos quemaban incienso.

3Con todo, yo enseñaba a andar a Efraín,

tomándolo por los brazos;

más ellos no comprendieron que yo los cuidaba.

4Con cuerdas humanas los atraje,

con cuerdas de amor;

fui para ellos como los que alzan

el yugo de sobre su cerviz,

y puse delante de ellos la comida.

5No volverá a tierra de Egipto,

sino que el asirio mismo será su rey,

porque no se quisieron convertir.

6La espada caerá sobre sus ciudades

y consumirá sus aldeas;

las consumirá a causa de sus propios consejos.

7Mi pueblo está aferrado a la rebelión contra mí;

aunque me llaman el Altísimo,

ninguno absolutamente me quiere enaltecer.

8»¿Cómo podré abandonarte, Efraín?

¿Te entregaré yo, Israel?

¿Cómo podré hacerte como a Adma,

o dejarte igual que a Zeboim?

Mi corazón se conmueve dentro de mí,

se inflama toda mi compasión.

9No ejecutaré el ardor de mi ira

ni volveré a destruir a Efraín,

porque Dios soy, no hombre;

soy el Santo en medio de ti,

y no entraré en la ciudad.»

10En pos de Jehová caminarán.

Él rugirá como un león;

rugirá, y los hijos vendrán

temblando desde el occidente.

11«Como aves acudirán velozmente de Egipto,

y de la tierra de Asiria como palomas;

y yo los haré habitar en sus casas»,

dice Jehová.

12«Me rodeó Efraín de mentira,

y la casa de Israel de engaño.

Pero Judá aún gobierna con Dios,

y es fiel con los santos.»

Blog
About Us
Message
Site Map

Who We AreWhat We EelieveWhat We Do

Terms of UsePrivacy Notice

2025 by iamachristian.org,Inc All rights reserved.

Home
Gospel
Question
Blog
Help