Isaías 32 - Nueva Traducción Viviente

Liberación definitiva de Israel

1¡Miren! ¡Se acerca un rey justo!,

y príncipes honrados gobernarán bajo su mando.

2Cada uno será como refugio del viento

y resguardo de la tormenta,

como corrientes de agua en el desierto

y sombra de una gran roca en tierra reseca.

3Entonces todo el que tenga ojos podrá ver la verdad,

y todo el que tenga oídos podrá oírla.

4Hasta los impulsivos estarán llenos de sentido común y de entendimiento,

y los que tartamudean hablarán con claridad.

5En aquel día, los necios que viven sin Dios no serán héroes;

los canallas no serán respetados.

6Pues los necios hablan necedades

y hacen planes malvados;

practican la impiedad

y difunden enseñanzas falsas acerca del Señor.

Privan de alimento a los hambrientos

y no dan agua a los sedientos.

7Las sutiles artimañas de los canallas son maliciosas;

traman planes torcidos.

Mienten para condenar a los pobres,

aun cuando la causa de los pobres es justa.

8Pero los generosos proponen hacer lo que es generoso

y se mantienen firmes en su generosidad.

9Escuchen, mujeres, ustedes que están acostumbradas a la buena vida.

Escúchenme, ustedes que son tan engreídas.

10Dentro de poco tiempo, algo más de un año,

ustedes que son tan despreocupadas, de repente comenzarán a preocuparse.

Pues se perderán sus cultivos de frutas,

y no habrá cosecha.

11Tiemblen, mujeres de la buena vida;

abandonen su autosuficiencia.

Quítense sus ropas bonitas

y pónganse tela áspera en señal de su dolor.

12Golpéense el pecho con profunda pena por sus abundantes granjas

y por sus vides llenas de fruto.

13Pues su tierra se cubrirá de espinos y zarzas;

sus hogares alegres y ciudades felices desaparecerán.

14El palacio y la ciudad quedarán abandonados,

y pueblos de mucha actividad estarán vacíos.

Los burros retozarán y las manadas pastarán

en los fuertes abandonados y en las torres de vigilancia,

15hasta que al fin se derrame el Espíritu

sobre nosotros desde el cielo.

Entonces el desierto se convertirá en campo fértil,

y el campo fértil dará cosechas abundantes.

16La justicia gobernará en el desierto

y la rectitud en el campo fértil.

17Y esta rectitud traerá la paz;

es cierto, traerá tranquilidad y confianza para siempre.

18Mi pueblo vivirá seguro, tranquilo en su hogar,

y encontrará reposo.

19Aunque se destruya el bosque

y se derrumbe la ciudad,

20el Señor bendecirá grandemente a su pueblo.

Dondequiera que siembre la semilla, brotarán cosechas abundantes

y su ganado y sus burros pastarán con libertad.

Blog
About Us
Message
Site Map

Who We AreWhat We EelieveWhat We Do

Terms of UsePrivacy Notice

2025 by iamachristian.org,Inc All rights reserved.

Home
Gospel
Question
Blog
Help