1Envía tu grano por los mares,
y a su tiempo recibirás ganancias.
2Coloca tus inversiones en varios lugares,
porque no sabes qué riesgos podría haber más adelante.
3Cuando las nubes están cargadas, vienen las lluvias.
Un árbol puede caer hacia el norte o hacia el sur, pero donde cae, allí queda.
4El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra;
si contempla cada nube, nunca cosecha.
5Así como no puedes entender el rumbo que toma el viento ni el misterio de cómo crece un bebecito en el vientre de su madre, tampoco puedes entender cómo actúa Dios, quien hace todas las cosas.
6Siembra tu semilla por la mañana, y por la tarde no dejes de trabajar porque no sabes si la ganancia vendrá de una actividad o de la otra, o quizás de ambas.
Consejos para jóvenes y ancianos7La luz es agradable; qué hermoso es ver el amanecer de un nuevo día.
8Si alguien llega a la ancianidad, que disfrute de cada día de vida; pero que también recuerde que habrá muchos días oscuros. Todo lo que aún vendrá carece de sentido.
9Gente joven: ¡la juventud es hermosa! Disfruten de cada momento de ella. Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada cosa que hagan.
10Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido.
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