1Oh Yavé, no se envaneció mi corazón,
Ni mis ojos se enaltecieron,
Ni anduve tras grandezas,
Ni en cosas demasiado difíciles para mí.
2Ciertamente calmé y tranquilicé mi alma,
Como un bebé destetado de su madre.
Como un bebé destetado está mi alma dentro de mí.
3Espera, oh Israel, a Yavé
Desde ahora y para siempre.
Who We AreWhat We EelieveWhat We Do
2025 by iamachristian.org,Inc All rights reserved.